jueves, julio 24, 2008

Conspiración en la Oficina ...

Resuuuuuuuuuuuuulta que ayer al mediodía, al parecer última de todas, me enteré que una persona de la oficina había sido despedida.
A decir verdad era una de esas personas que en el fondo molestan. Pero no puedo explicar las razones.
Debe ser una mezcla de lo boluda que soy junto con otras cosas que chocan.

El puesto de trabajo (no el cargo: el puesto) donde estaba era el mismo que teníamos Luciana y yo cuando entramos acá: el box del pasillo. Ese mismo lugar donde en invierno moríamos de calor y en verano nos hacíamos hielito.
Claro, pero en esa época quejarse no valía. Además se consideraba que las personas que tenían oficinas poseían un status distinto. En fin. Era venirse en invierno en musculosa y en verano dejar la campera de polar en el perchero de la esquina.

En un punto de mi vida aquí adentro, con el alejamiento de las chicas, vinieron personas nuevas. La generación Z elevada al cubo.
Sin saber cómo y porqué mil cosas que no estaban permitidas en “mi época”.
Ahora que tengo la oficina que pertenecía a ExJefe sufro al reves: me muero de frío en invierno y me mato de calor en verano. Al menos soy consistente con el clima real.
Y eso sucede porque esta “chica” tiene tanto calor en el pasillo que pone la calefacción baja cuando hace tres grados afuera.
No puedo dejar de recordar que si a mi se me llegaba a ocurrir mis dedos corrían riesgo de ser mutilados.
Además, para nosotras ya era un avance poder venir a laburar en jean de vez en cuando. Pero hasta no hace poquito se venían en ojotas. EN OJOTAS!!!
Sí, las personas que atienden a los clientes van caminando hasta la recepción en ojotas. Chancleteando.
Cuando los primeros fríos llegaron a Buenos Aires cambiaron las havaianas por zapatillas All Star. Una imagen divina. Con las chicas decimos que “alguien” hubiera muerto de un ataque si las ve.

Pero no puedo decir que me cayera mal solo por eso, sino porque en más de una oportunidad la escuché hablar mal de mi. No es que me importe la opinión de ese tipo de gente, pero tampoco soy tan boluda de sonreir sabiendo que me sacan el cuero por detrás.
En fin. Estos son los motivos por los que ni siquiera me di cuenta que ya no estaba más.

Ahora vayamos a los motivos por los que no está más:

Al parecer boludeaba todo el día (Chocolate por la Noticia).
A mí siempre me sorprendió que su compañera estuviera desde temprano y se vaya después de las seis y media. Es como que tenían horarios distintos. Pobrecita su compañera.
Cuando le preguntaron si boludeaba mucho lo admitió.
Y claro, tenían un registro donde decía que se la pasaba en internechi, bajando música (!!!) y navegando por páginas que nada tienen que ver con su laburo.
Pero lo más grave resulta ser que desde su Outlook podía acceder a las casillas del resto de las personas de la empresa.
Sí, así como lo leen… se metía y revisaba las casillas de sus compañeras y de su jefe, entre otras.
Entre otras la mía.

Me siento ultrajada. Una pendeja de mierda estuvo revisando mis mails!!!
No es que haya nada que ocultar ya que muuuuuchos de los mails son de cosas de laburo. Pero no hay que olvidar que yo estoy a cargo del Departamento y mucha de esa info es confidencial.
Se habrá divertido con algunos mails de mis amigas, en los cuales se enojan, desenojan, arreglan y desarreglan salidas… pero nada más. Quizás se habrá enterado del blop… pero que más da.

Para Eri, cuya casilla no aparece entre las “violadas”, esto es una conspiración. Otra que Zeitgeist.
No cree que esa persona haya tenido la capacidad de descubrir como entrar a otras casillas y le resulta raro la forma en que lo descubrieron.
Tengo que admitir que muchas de las cosas que abonan esa teoría resultan muy posibles… pero con estas cosas uno nunca logra descubrir la verdad.
La selección de casillas “violadas” es muy extraña. Al ojo inexperto puede considerarse aleatoria, pero es sumamente llamativo que ciertas casillas no hayan sido abiertas.

Otro misterio más en la historia del Universo.

0 agarraron el lápiz: