Como cuesta explicar las cosas para que alguien entienda que uno no enloqueció.
Quien me conoce sabe que mi trabajo es algo muy importante para mi.
Estudié muy duro cinco años para poder recibirme y eso fue un logro para mi. No porque me haya recibido con uno de los mejores promedios (que la verdad no significa más que haber estudiado y rendido bien –ya que no tenía experiencia profesional-) o haber egresado con Diploma de Honor; sino porque era la última oportunidad que me daba a mi misma para tener un futuro digno (siempre fui demasiado exigente con todo).
Eso es lo que pensaba. Después de haber “fracasado” en dos carreras –por distintos motivos- era mi última oportunidad de estudiar y recibirme.
Cuando me recibí, sin confianza en que pudiera trabajar de esto por esa inseguridad que me domina muy frecuentemente, busqué trabajo y alguien creyó en mi y me contrató.
Contrató una promesa, porque yo no sabía nada. Nada fuera de lo que los libros o los profesores pudieran llegar a explicar.
Durante tres años trabajé muy duro para poder superarme profesionalmente. Y mi justificación siempre fue que esto era más que un trabajo para mi, era mi carrera… eran pasos y etapas en lo que yo quería convertir a mi persona profesional.
En ese entonces deje muchas cosas en segundo lugar por este objetivo. (Principalmente mi pareja, mi familia y mis amigos… o sea todo)
Y mi esfuerzo ha sido reconocido en muchos aspectos. He ascendido en muchas maneras. He tenido la posibilidad de poder viajar y ser alguien dentro del departamento, teniendo en cuenta que al entrar a trabajar el puesto era “invisible” para los clientes.
No solo mi jefe, sino también el Mr. President (quien fue el que creyó en mi desde el principio), siempre dicen cosas muy positivas respecto a mi trabajo. Y hay personas ajenas al departamento que comparten esa opinión.
Y eso está muy bien. Aunque no soy de las personas que se regocijan de ello.
Cuando miro atrás creo que conseguí muchas cosas, cosas que quizás otras personas con mis mismos recursos no hubiesen conseguido. Y me siento bien porque se que mi trabajo vale, que vale por sí mismo y no por la empresa en la que trabajo o la posición que ostento.
Que sería igual de valiosa en otra empresa.
Quien me conoce sabe que mi trabajo es algo muy importante para mi.
Estudié muy duro cinco años para poder recibirme y eso fue un logro para mi. No porque me haya recibido con uno de los mejores promedios (que la verdad no significa más que haber estudiado y rendido bien –ya que no tenía experiencia profesional-) o haber egresado con Diploma de Honor; sino porque era la última oportunidad que me daba a mi misma para tener un futuro digno (siempre fui demasiado exigente con todo).
Eso es lo que pensaba. Después de haber “fracasado” en dos carreras –por distintos motivos- era mi última oportunidad de estudiar y recibirme.
Cuando me recibí, sin confianza en que pudiera trabajar de esto por esa inseguridad que me domina muy frecuentemente, busqué trabajo y alguien creyó en mi y me contrató.
Contrató una promesa, porque yo no sabía nada. Nada fuera de lo que los libros o los profesores pudieran llegar a explicar.
Durante tres años trabajé muy duro para poder superarme profesionalmente. Y mi justificación siempre fue que esto era más que un trabajo para mi, era mi carrera… eran pasos y etapas en lo que yo quería convertir a mi persona profesional.
En ese entonces deje muchas cosas en segundo lugar por este objetivo. (Principalmente mi pareja, mi familia y mis amigos… o sea todo)
Y mi esfuerzo ha sido reconocido en muchos aspectos. He ascendido en muchas maneras. He tenido la posibilidad de poder viajar y ser alguien dentro del departamento, teniendo en cuenta que al entrar a trabajar el puesto era “invisible” para los clientes.
No solo mi jefe, sino también el Mr. President (quien fue el que creyó en mi desde el principio), siempre dicen cosas muy positivas respecto a mi trabajo. Y hay personas ajenas al departamento que comparten esa opinión.
Y eso está muy bien. Aunque no soy de las personas que se regocijan de ello.
Cuando miro atrás creo que conseguí muchas cosas, cosas que quizás otras personas con mis mismos recursos no hubiesen conseguido. Y me siento bien porque se que mi trabajo vale, que vale por sí mismo y no por la empresa en la que trabajo o la posición que ostento.
Que sería igual de valiosa en otra empresa.
Y ese era mi objetivo.
Y sabiendo todo eso... sabiendo porque me lo dicen, porque me lo demuestran, hay cosas que no puedo soportar.
Que un cliente del exterior diga con total ligereza que esta “seguro que el Departamento de Exportaciones no está preparado” o “no esta a la altura” de cosas tan sencillas y netamente operativas y que lo repita varias veces y nadie se digne a hacerle notar que esta equivocado; eso duele.
Y sabiendo todo eso... sabiendo porque me lo dicen, porque me lo demuestran, hay cosas que no puedo soportar.
Que un cliente del exterior diga con total ligereza que esta “seguro que el Departamento de Exportaciones no está preparado” o “no esta a la altura” de cosas tan sencillas y netamente operativas y que lo repita varias veces y nadie se digne a hacerle notar que esta equivocado; eso duele.
Hay gente que me dice que es “solo un trabajo”, “que no debiera de afectarme tanto”… y en algún punto creo que tienen razón.
Pero yo aposté mucho a mi trabajo y a “este” trabajo.
Entonces no me parece descabellado que duela. Porque parece que el esfuerzo que uno hizo durante un tiempo (sean tres meses, tres años o tres décadas) no valió nada… que puede ser pisoteado por cualquier persona que quiere conseguir algo.
Y si lo pensara friamente diría que aquella persona que habla tan suelta y tan segura de sus palabras es muy poco hábil en los negocios. Puesto que no es conveniente ponerte en contra de quien maneja todo del otro lado.
Aquella persona que puede “sutilmente” demorarte un pedido o “equivocarse” en algún documento. La persona con la que tenes que tratar regularmente.
No se que es lo que quiero explicar.
Quizás lo que me molesta es darme cuenta que me hago demasiado problema por un trabajo, y en definitiva mi sueldo es el mismo haga mi trabajo como se debe o “sin querer” demore un pedido.
Quizás me molesta sentirme culpable del tiempo que le dedico a esto y no hago algo que me enriquezca de otras maneras.
O quizás pensar todo lo que perdí por apostar a esto mientras tenía otros proyectos que evidentemente eran mucho más gratificantes y reconfortantes.
Entonces estoy así: Sintiendo que a lo que tanto le dedique y por lo que sacrifiqué muchas cosas tampoco me hace feliz.
Sería algo como “Será de Dios… ni siquiera esto me hace bien. There is nothing left”
No se que es lo que quiero explicar.
Quizás lo que me molesta es darme cuenta que me hago demasiado problema por un trabajo, y en definitiva mi sueldo es el mismo haga mi trabajo como se debe o “sin querer” demore un pedido.
Quizás me molesta sentirme culpable del tiempo que le dedico a esto y no hago algo que me enriquezca de otras maneras.
O quizás pensar todo lo que perdí por apostar a esto mientras tenía otros proyectos que evidentemente eran mucho más gratificantes y reconfortantes.
Entonces estoy así: Sintiendo que a lo que tanto le dedique y por lo que sacrifiqué muchas cosas tampoco me hace feliz.
Sería algo como “Será de Dios… ni siquiera esto me hace bien. There is nothing left”
2 agarraron el lápiz:
Marits, creo que el laburo hay que tomarlo como un laburo, y si sacrificaste mucho para legar a donde estas, ya estas recompensada, y no busques peras en los olmos, por que no las vas a encontrar. Hay cosas que te hacen feliz a medias, un laburo nunca puede hacerte completamente feliz, ES UN LABURO!!!! Están para que los odiemos no importa cuan bien nos paguen o cuanto nos guste hacerlos!!! Los trabajos son parte de esa Rutina de la que hablas en el otro post.
Yo tengo un Local, y me encanta que sea MIO y hacer cosas para que mejore y para que me de mas dinero y laburar, e ir y atender a la gente; pero hay dias que la rutina me Enferma y el local es una mierda... y no tengo ganas de hace mas que mandarlos a todos al .****
Besos Fuera de la rutina Sir
Amigueta,
“Hay que trabajar para vivir y no vivir para trabajar”.
Ahora, hasta que punto uno considera que esta viviendo para trabajar, dependera de las ganas, y lo que te gusta, y las recompensas (de cualquier tipo) que te genere tu trabajo.
Para muchos, trabajar es lo unico que piensan en hacer, porque les fascina, y no les importa perderse de otras cosas.
Por otro lado, estan los que trabajan unicamente porque es lo que te proporciona dinero para vivir…
Yo, no entro ni en una ni en la otra categoría: trato de trabajar de algo que me guste, para que cada dia me levante sabiendo que hare algo que me gusta, pero lo hago por el dinero que recibo… Y por nada del mundo haria que el trabajo sea lo mas importante…
Y creo que vos estas en ese proceso, estas pasando de estar enamorada de tu titulo y tu trabajo y tu puesto, a darte cuenta que hay otros amores. Y eso esta muy bien…
No creo que ninguna de las perdidas que decis que tuviste fueron por el amor al trabajo… Las cosas se dan por diversos factores, y uno solo no puede hacerte perder tantas cosas… Y, al mismo tiempo, una no es la unica culpable de las cosas que le pasan, por lo que te pido, POR FAVOR, que dejes de pensar que provocas todo…
Te mando un beso grande, grande, grande… Y, quiero que veas, que obtuviste cosas muy importantes en los ultimos años: NUEVAS AMIGAS… Y eso, es, para mi, una de las cosas mas importantes que te pueden pasar en la vida!
Beso,
Ana
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