Fine line ...

Que delgadita es la línea que separa la prudencia de la obsesión en una madre primeriza embarazada!!!

Cual es el punto en el que conviene llamar al Obstetra para preguntarle si lo que sentis es normal?

Porque es evidente que el cuerpo te cambia, pero: será normal ese dolor en el costado? o la puntada de hace un rato? Como se siente una "panza dura"?

Entonces, voy transitando estos días haciendo equilibrio en esa cuerda floja de la "prudencia", tratando de no caer.

Al final, después de tantas molestias terminas cediendo a los comentarios de los que te rodean, y llamas al Obstetra... y claro, tu inconsciente tenía razón "No es nada! (salvo que se ponga dura la panza)".

Si que sabías!!!! Pero la responsabilidad de cuidar a otra personita hace que entres en la duda y prefieras pasar por "hincha" que arriesgarte a algo.

Dios no permita que me transforme en las madres hincha pelotas que consultan al médico por cualquier boludez, o me fanatice con los sanitizantes y desinfectantes y haga que el pobre niño tenga que lavarse las manos treinta veces por hora.

Inhalar... exhalar...

- Inhalar... exhalar...
- Lo que no te mata, te fortalece...
- Aquellos que resistes, persiste...

No funciona NADA.
Me están volviendo loca y estoy al borde del ataque de nervios. A un paso de la camisa de fuerza (me entrará con la panza?) y las paredes acolchonadas.

El laburo, mi chico, mi familia, las responsabilidades y las mil cosas-para-hacer me están llevando al límite.

Yo creia que cuando te enterabas de que estabas en la dulce espera "automáticamente" (así de literal) todo pasaba a un segundo plano. Para hablar mal y pronto "todo te importaba un pomo"...
Si así fuese el funcionamiento en la mayoría de las mujeres, soy la excepción.

Mi único avance propio en este tiempo fue darme cuenta que la culpa no es de tooooooodos los demás... que ellos no se complotaron en mi contra; sino que la culpa es mía por darles tanta importancia.
Wowwwww.... cuanto crecimiento personal. Ovación de pie.

Mi otro avance compartido fue el comenzar terapia. Quien lo hubiese dicho, nop?
Llego un punto en que ya no tenía a nadie con quien desahogar el gran peso que sentía por mi neurótico jefe, mi chico, mis hermanos y todo lo que esta pendiente.
A mis amigas las veo tan poco, que me da lástima andar contando mis penas por ahí.
Y desistí el seguir confiando mis penurias laborales con mi chico cuando amenazó en golpear a Mr.President por hacerme sufrir taaaanto.

Así fue que, enredada en los pensamientos inconducentes y cansadísima de escuchar que "todo lo que me pasa a mi, le pasa a bebé", me decidí a buscar ayuda profesional.

Quien diría que este iba a ser el año donde todo iba a cambiar?