Resulta que hace unos meses me hice análisis de sangre y al parecer tengo alto el colesterol.
No falta el que se sorprende por el hecho que a los 29 años tenga que estar cuidandome del colesterol, o el que me diga que es por el "strees".
Al principio me agarró una especie de panic-attack, sobre todo por mis antecedentes familiares.
Pero después me tranquilice y sumado a mi intención de bajar los más de "dos kilitos demás" me dispuse a cuidarme con las comidas.
Dejé el gimnasio por unas semanas, muy atareadas laboralmente, y eliminé los dulces entre semana y erradiqué las pastas (buuuuu, las extraño tanto!!!). Y pedí turno con una nutricionista.
Justo yo! Justo en Septiembre!
Me dieron turno dos semanas más tarde.
Cuando llegué a la nutricionista le expliqué los mil dimes y diretes de mi realidad. Me pesé y ya había bajado dos kilos. Bieeeeeen!!!
Pero igual falta un poquito, no mucho, pero falta.
De dieta no me cambió nada de lo que yo venía haciendo las últimas semanas, por eso no sufrí demasiado.
Antes de salir para la nutricionista, Mr. P me interceptó. Y como buen vegetariano y naturista me "recetó" una pila de semillas y cosas naturales para reducir el colesterol, mejorar la circulación y otras "ventajas".
Ahora ando de acá para allá con bolsas de semillas, pastillas de Chia y una botellita de Ginko Biloba...
Las semillas de lino acusaron en los dos primeros días efectos increíbles. El que tenga tránsito lento que las aplique!!! Super funcionan.
Pero como extraño las pastas