Delirium del Día ...

Estoy con un dilema importante.
Yo se que todos los que me quieran (aunque sea un poquitito así de chiquitito) y me conozcan (un poco más de lo que me quieren) van a querer asesinarme. Por ejemplo, Eri hoy me echó de su oficina a los gritos, me trabó la puerta y después me mando un e-mail amenazador.
Lo sé y a pesar de saber el riesgo que corro, escribo esto porque sinceramente estoy confundida.
Y cuando lo pienso un poco en frío me dan ganas de molerme a palos por “Gata Flora”.
O sea… todo lo que Ustedes piensen lo pienso yo también. Pero es más fuerte que yo.
No se si será algo lógico o algo totalmente estúpido… y a riesgo que sea lo segundo empiezo diciendo:

No se que hacer con él. Estoy confundida.
Si bien el sábado una o dos pequeñas cosas no me gustaron del todo, cuando estamos juntos él es una persona distinta. Y me encanta como me trata, como nos divertimos y el sentir que pongo muy pocos filtros a lo que digo o hago.
Es como que me siento cómoda.

Los que me conocen en mayor profundidad saben que no estoy acostumbrada a “comenzar relaciones”… o sea, mi última relación duró cinco años y medio; y desde que me separé (hace un año y medio) esta es la primera vez que siento que tengo ganas de “comenzar una relación”, aunqueeeeee…
Entonces no estoy acostumbrada a lo que tiene que hacerse o no, lo que debe evitar decirse… no me conozco los timings (alguna revista Cosmo que me presten ???)

Y porque él me gusta mucho (y hacía tanto que nadie me hacía sentir así) es que no quiero arruinar las cosas, situación habitual para una persona taaan ansiosa y estructurada como yo (eso es lo que supongo, porque recuerden: no tengo experiencia en relaciones).

Mi ser interior racional me grita desaforado: A vos lo que te pasa es que te estas enganchando y estás reaccionando como es –mas o menos- habitual… idiota ! (es que me quiero taaaaaanto)

Pero por otro lado, siento que casi no lo conozco. Se muy pocas cosas sobre él y hasta donde sabemos somos muy distintos.
Él, desestructurado a full… yo, un cubo con patas.
Él, “no me gusta que me digan que es lo que tengo que hacer”… yo, preocupándome por toooooodo.
Él muere por lo salado… yo, viviría a brownies.
Él disfruta de la noche… yo caigo inconsciente a las diez y media.
Él sabe de música… yo de casualidad reconozco la diferencia entre la guitarra y el bajo.
Él, “no hablo mucho”… yo, en confianza, te parloteo hasta que me canso.

Él me dijo “Conoces el Yin y el Yang ? Opuestos y complementarios… Es solo cuestión de equilibrio…” y morí de amor.

Y cuál es el problema ???
Todos esos.
Que no lo conozco, no se nada de él.
Que me compra con una mirada.
Que me derrito cuando me acaricia.
Que no hay lugar más lindo para descansar que sus hombros.
Que es dulce, pero “que no se note”.
Que se acuerda de pequeños detalles.
Que esta atento las trescientas veces que me despierto por la noche.
Que me mira a los ojos y sonrie, de esa forma que da tanta ternura.

O mejor dicho… el problema es uno solo: que yo me estoy enganchando con él y tengo miedo que no sea mutuo.
Tengo miedo que no resulte.
El problema no es estar solo, el problema es estar solo extrañando a alguien.
No se si se entiende…

Entonces yo pienso “para no engancharme, tengo que verlo menos” y me propongo no verlo hasta el fin de semana. Y él aparece en el MSN. Me pregunta si tengo planes para almorzar mañana y yo le digo que NO!
Soy de terror… Le digo que no y obvio, me invita a almorzar. Y dice que se pone contento. Y me manda un beso.

Y yo no entiendo el porque de todo esto.
Porque DEMONIOOOOOS mi ser interior (ese hdp… lo llego a agarrar y que se prepare!) no me da un respiro ???
Porque no puedo ser como la gente normal que disfruta el momento ???
Esa gente que no piensa en todas estas boludeces infernales que se me ocurren y me hacen doler el estómago…

Y que es lo que tengo que hacer ??? Buscar la forma de satisfacer al enemigo interior o dejar que se le pase (si es que hay alguna forma que eso suceda)…

Listo, en algunas palabras, este es mi delirium.
Ténganme consideración. Tengo problemitas (y me recuerdo a mis amigas durante el secundario -lo cual hace que me den ganas de golpearme repetidamente contra una pared, por pendeja boluda-).

Puff… he dicho.