Hey! Acá estoy.
No, no me atraganté con una avellana en Año Nuevo; ni me ahogue en el mar... solo tengo unos días complicados.
Vamos una semana de este nuevo año y se me hacen como el doble.
Nos fuimos con el gordo a Mar del Plata a pasar Año Nuevo con sus padres. Todo lindo, algunos inconvenientes típicos de irse a la costa en temporada, muchas ganas de asesinar a mucha gente y repetir “que país del demonio”. Un poco de mar (hacía miles de años que no me metía en el mar… todo un evento), algo de sol (no lo suficiente), arena y mucha comida.
Y claro. Los años no vienen solos y el cuerpo me pasó factura.
No se bien en que momento y porqué pero me volví con mucho dolor en el estómago y al miércoles sentía que los riñones me iban a estallar. Así, igualito al abuelo Simpson.
Fui al doctor (todo un avance en mí –lo vengo repitiendo-): Infección o cálculos.
Análisis de acá, ecografías de allá y no… no son cálculos.
Tampoco se si es una infección porque no tengo los resultados, pero por las dudas me estoy destruyendo el estómago con unas pastillas diviiiiiiiiiiiinas.
El laburo ?
Ah… genial !
Me entró un virus a fin de año y aunque insisten en que fue erradicado, aún sufro que la máquina se cuelgue bastante.
Además mi CPU esta en las últimas. Con solo tener el Outlook abierto ya supera la capacidad de memoria instalada. Y si abro dos cosas más colapsa.
Pero la muy perra es exigente y no te acepta cualquier memoria… Estamos esperando la correcta.
Así que estoy reiniciando la máquina en un promedio de hora y media, dos horas. Y esperando que arranque entre diez y quince minutos.
Se hace un poco complicado soportar el ritmo…
Desde el viernes que no podemos recibir e-mails. Y aunque esto parezca una bendición, en realidad es una maldición disfrazada.
Informamos a todos los clientes de nuestra cuenta alternativa y ya recibí un mail del más “delicado” de los clientes quejándose porque no respondíamos a sus requerimientos.
Además Cascote viene un poco más “lenta” que de costumbre, así que imagínense el trabajo extra que estoy teniendo.
El calor me tiene a mal traer. Me molesta mucho y no puedo ni estar al sol porque siento que la piel se me incinera.
Hoy fui al banco a pagar la cuota siete de mi casa (me faltan 233 más para terminar de pagarla) y como era de imaginar estaba lleno de gente. A quien se le ocurre ir a ese tipo de bancos que por ser de la “ciudad” solo tiene una sucursal en provincia a principio de mes ??? Siiiiii, a mí.
Detrás mío en la fila había una mujer de poco menos de cuarenta años con un nene que debía estar entre los tres y cinco años. Hablaba re mal y costaba entenderlo.
De los cuarenta minutos que tuve de espera el nene no paró de quejarse. Se paraba entre la gente de adelante y gritaba para que la madre pasará; quería agua, caramelos y seguía quejándose.
Si en lugar de esa mujer hubiese estado mi mamá y yo; me hubiese agarrado del brazo lo suficientemente fuerte para llamar mi atención, pero que no sea violento y me hubiese largado esas miradas que te congelan. Esas que sabes que si abrís de nuevo la boca te vas a comer un castigo eterno.
Pero no. Odio las madres modernas que no ponen límites a sus hijos… lo único que logran es que crezcan maleducados. Me acuerdo que mis amigas y yo éramos iguales de chicas, nuestras madres no nos dejaban hacer lío o gritar en lugares públicos. Éramos pequeñas y sin embargo no creo que seamos infelices porque nos hayan enseñado a respetar al resto de la gente.
Que es eso de dejar que un nene patalee y pegue alaridos infernales en un lugar público ???
Donde quedó eso de “mi libertad comienza donde termina la del otro” ???
Porqué además de tener que esperar una cola eterna tengo que soportar a un nene molestar (y muuuucho) ???
Y así (conclusión filosófica existencial) es como el país está como está. Porque todo se esta yendo al demonio y a nadie le importa. Así crecen los nenes y se transforman en adolescentes más desubicados y luego en adultos que lo único que hacen es cagar a todo el mundo, porque viven resentidos con todos.
Pero no todo es malo.
El viernes fui a lo de la Diablurita y me regaló una agenda re linda con muchas anotaciones dentro. Me encantó porque es super especial. Y además me escribió una carta “de puño y letra” muy conmovedora donde habla de la amistad y de los gestos; los años que estuvimos juntas y del futuro. De lo que pasó y de muchos deseos.
El sábado finalmente pagué la última cuota del auto y aunque no figuro en los papeles ya es toooooooooodo mío.
El domingo nos despertamos casi al mediodía con el gordo. Tomé el antibiótico y al rato creí que moría. Almorzamos medialunas con jamón y queso (mmmmhhhh, rico) y nos quedamos dormidos mirando una peli en el living.
Nos despertamos a las cuatro y fuimos a pasear a Plaza Francia. Caminamos mucho, me compró una jirafa con su hijito chiquitos (que ahora me miran desde abajo del monitor). Tomamos unos licuados en las terrazas del Buenos Aires Design y después fuimos a casa para cenar y mirar una película de Adam Sandler (no me termina de cerrar este hombre…)
Y bueno, aquí estoy; tratando de pasar el día, la semana y el mes. Tratando que lleguen mis vacaciones.
Mientras tanto espero al sábado para ver a las chicas… ya las extraño.
No, no me atraganté con una avellana en Año Nuevo; ni me ahogue en el mar... solo tengo unos días complicados.
Vamos una semana de este nuevo año y se me hacen como el doble.
Nos fuimos con el gordo a Mar del Plata a pasar Año Nuevo con sus padres. Todo lindo, algunos inconvenientes típicos de irse a la costa en temporada, muchas ganas de asesinar a mucha gente y repetir “que país del demonio”. Un poco de mar (hacía miles de años que no me metía en el mar… todo un evento), algo de sol (no lo suficiente), arena y mucha comida.
Y claro. Los años no vienen solos y el cuerpo me pasó factura.
No se bien en que momento y porqué pero me volví con mucho dolor en el estómago y al miércoles sentía que los riñones me iban a estallar. Así, igualito al abuelo Simpson.
Fui al doctor (todo un avance en mí –lo vengo repitiendo-): Infección o cálculos.
Análisis de acá, ecografías de allá y no… no son cálculos.
Tampoco se si es una infección porque no tengo los resultados, pero por las dudas me estoy destruyendo el estómago con unas pastillas diviiiiiiiiiiiinas.
El laburo ?
Ah… genial !
Me entró un virus a fin de año y aunque insisten en que fue erradicado, aún sufro que la máquina se cuelgue bastante.
Además mi CPU esta en las últimas. Con solo tener el Outlook abierto ya supera la capacidad de memoria instalada. Y si abro dos cosas más colapsa.
Pero la muy perra es exigente y no te acepta cualquier memoria… Estamos esperando la correcta.
Así que estoy reiniciando la máquina en un promedio de hora y media, dos horas. Y esperando que arranque entre diez y quince minutos.
Se hace un poco complicado soportar el ritmo…
Desde el viernes que no podemos recibir e-mails. Y aunque esto parezca una bendición, en realidad es una maldición disfrazada.
Informamos a todos los clientes de nuestra cuenta alternativa y ya recibí un mail del más “delicado” de los clientes quejándose porque no respondíamos a sus requerimientos.
Además Cascote viene un poco más “lenta” que de costumbre, así que imagínense el trabajo extra que estoy teniendo.
El calor me tiene a mal traer. Me molesta mucho y no puedo ni estar al sol porque siento que la piel se me incinera.
Hoy fui al banco a pagar la cuota siete de mi casa (me faltan 233 más para terminar de pagarla) y como era de imaginar estaba lleno de gente. A quien se le ocurre ir a ese tipo de bancos que por ser de la “ciudad” solo tiene una sucursal en provincia a principio de mes ??? Siiiiii, a mí.
Detrás mío en la fila había una mujer de poco menos de cuarenta años con un nene que debía estar entre los tres y cinco años. Hablaba re mal y costaba entenderlo.
De los cuarenta minutos que tuve de espera el nene no paró de quejarse. Se paraba entre la gente de adelante y gritaba para que la madre pasará; quería agua, caramelos y seguía quejándose.
Si en lugar de esa mujer hubiese estado mi mamá y yo; me hubiese agarrado del brazo lo suficientemente fuerte para llamar mi atención, pero que no sea violento y me hubiese largado esas miradas que te congelan. Esas que sabes que si abrís de nuevo la boca te vas a comer un castigo eterno.
Pero no. Odio las madres modernas que no ponen límites a sus hijos… lo único que logran es que crezcan maleducados. Me acuerdo que mis amigas y yo éramos iguales de chicas, nuestras madres no nos dejaban hacer lío o gritar en lugares públicos. Éramos pequeñas y sin embargo no creo que seamos infelices porque nos hayan enseñado a respetar al resto de la gente.
Que es eso de dejar que un nene patalee y pegue alaridos infernales en un lugar público ???
Donde quedó eso de “mi libertad comienza donde termina la del otro” ???
Porqué además de tener que esperar una cola eterna tengo que soportar a un nene molestar (y muuuucho) ???
Y así (conclusión filosófica existencial) es como el país está como está. Porque todo se esta yendo al demonio y a nadie le importa. Así crecen los nenes y se transforman en adolescentes más desubicados y luego en adultos que lo único que hacen es cagar a todo el mundo, porque viven resentidos con todos.
Pero no todo es malo.
El viernes fui a lo de la Diablurita y me regaló una agenda re linda con muchas anotaciones dentro. Me encantó porque es super especial. Y además me escribió una carta “de puño y letra” muy conmovedora donde habla de la amistad y de los gestos; los años que estuvimos juntas y del futuro. De lo que pasó y de muchos deseos.
El sábado finalmente pagué la última cuota del auto y aunque no figuro en los papeles ya es toooooooooodo mío.
El domingo nos despertamos casi al mediodía con el gordo. Tomé el antibiótico y al rato creí que moría. Almorzamos medialunas con jamón y queso (mmmmhhhh, rico) y nos quedamos dormidos mirando una peli en el living.
Nos despertamos a las cuatro y fuimos a pasear a Plaza Francia. Caminamos mucho, me compró una jirafa con su hijito chiquitos (que ahora me miran desde abajo del monitor). Tomamos unos licuados en las terrazas del Buenos Aires Design y después fuimos a casa para cenar y mirar una película de Adam Sandler (no me termina de cerrar este hombre…)
Y bueno, aquí estoy; tratando de pasar el día, la semana y el mes. Tratando que lleguen mis vacaciones.
Mientras tanto espero al sábado para ver a las chicas… ya las extraño.
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