I have arrived at a crossroads in my life...
Algo así.
Ayer a la noche, cuando vivía la hora doce del viaje, la realidad me alcanzó.
Hacía días que se me aparecía, pero después se desvanecía. Tan sutil como había llegado.
Mientras veía la ruta oscura, con brillantes luces de frente, me hundí en un montón de pensamientos y hasta ahora no los puedo ordenar.
La primera sensación fue la certeza de que nunca iba a acabarse, que siempre voy a tener una kilométrica lista de cosas para hacer o resolver.
Y con esto la seguridad de que no hay "vida propia" a la cual referirse cuando hablo de mí.
Hubo momentos más desesperantes, mucho más crueles por los que atravese.
Este no es uno de ese estilo.
Es angustiante pero no del tipo que quita el aire.
Una noche atrás dije "Hay momentos en los que quiero estar en otra etapa de mi vida"
No es por huir de la realidad, sino el saberse en otra posición. Con otra realidad.
Esa necesidad abarca muchas cosas, algunas de las cuales puedo poner en palabras... y otras no.
Hago un alto acá. No para escapar, sino para ordenar las ideas.
Vuelvo en un rato
(y mañana les cuento mi encuentro con el campo)
0 agarraron el lápiz:
Publicar un comentario