martes, junio 17, 2008

Cinco ...

Ya va a ser casi un año que me mudé a mi departamento.
Un año desde que deje de pagar alquiler a pagar tres créditos por un monto mayor (obvio), pero al menos es mío.
Cuando me mude, mis papeles decían que mi departamento correspondía a la unidad funcional 2.
Todavía el complejo estaba en construcción (bah, como ahora) entonces ni siquiera teníamos portero eléctrico.
Entonces hice el cambio de domicilio en todos lados con ese número.
Pero un mes después, cuando descubrí que mi número era el 5, volví a cambiar todo.
Claro, eso fue hace casi un año... cuando era más joven y tenía más paciencia (?).
Ahora ya estoy vieja y mañosa.
El complejo está totalmente habitado. Soluciones y conflictos nuevos.
Como siempre mi política es evitar la mayor cantidad de problemas posibles haciendo lo correcto y evitando la gente que tiene tiempo liiiiibre para romper la paciencia.
En fin.
El sábado pasado había una reunión con el arquitecto, a la cual ya había avisado que no podía asistir. Ya había ido a la reunión anterior donde todos nos pusimos de acuerdo en que es lo que faltaba hacer para finalmente terminar el complejo que debería haber estado terminado hace más de catorce meses. Además ese día puse el dinero necesario para constituir el fondo de la administración. Una propietaria perfecta, no?
El lunes pasado, luego de la reunión, el vecino de abajo (que comparte cochera conmigo) me comentó que había hablado con el arquitecto para ver como podíamos automatizar los portones.
Me contó que habían puesto los números en las puertas de algunos departamentos, salvo en la mía. Y de paso me comentó que la parejita nueva que se mudó atrás (unidad funcional 5, dpto que-se-yo) querían hablar conmigo para quedarse con el número de departamento.
No dije nada en ese momento porque el pobre hombre no tenía nada que ver. Pero llegué a casa y le aclaré a mi hermano que ni loca volvía a hacer el cambio de domicilio en todos los bancos y servicios.
Y la ilusa creyó que todo había quedado ahí.
El domingo, cuando salíamos con el gordo a almorzar, nos damos una pasadita por el fondo del complejo para ver como avanzaban las obras. Y para mi asombro descubro que MI 5 estaba pegado en otra puerta.
Y bueno, el infierno se desató para el pobre gordo. Me tuvo que aguantar dos horas dando vueltas sobre el tema.
Cuando volvimos fuimos directo a hablar con la administradora.
La cual se hizo la boluda al cubo.
Que fue una confusión cuando pegaron los números. Que el arquitecto no sabía.
Que tengo razón y obvio que un año después no voy a estar cambiando de nuevo la dirección.
Que no da que si ella que está enfrente sea el seis y yo el dos... porque así todos los números van a estar mezclados y sin lógica.
Y bueno, le deje muy claro que lo que más me había jodido era que lo hicieran por atrás cuando siempre estoy dispuesta a conversar. Ahora sí, conversar no es igual a aceptar cualquier cosa.
Digo, si yo hace un año que soy el departamento 5 y vos te acabás de mudar... no es más lógico que aceptes el número que te tocó y te dejes de romper los huevos ???
Me prometió una respuesta para hoy.
Como soy buena le doy hasta el jueves a la noche... día en que armó el bolso y me desaparezco todo el fin de semana.
BONUS TRACK:
Al parecer mis vecinos me vieron cara de boluda. Pobrecitos.
No bastó con el incidente de hace unos meses donde el ex marido de mi vecina me estacionó su auto en MI cochera y a pesar de explicarle muuuuuuuy amablemente que necesitaba que lo corriera porque estaba esperando a alguien, lo estacionó igual.
No bastó con mi ataque de furia...
Ayer a la noche, cuando por fin me siento a descansar, descubro un auto en mi cochera.
Me preguntó si habré ganado un concurso y ese auto era mío, pero no... creo que no.
Despacito bajo la escalera, abro el portón y empiezo a tocar el timbre de cada departamento.
Y sí, era de un amigo del boludo de abajo. Ese que te estaciona su auto en la entrada peatonal.
Ese al que nadie le quiere hablar y no se porque.
No fue necesario que le dijera nada. Salió con las llaves en la mano y me dijo "Ya me iba".
"Claro, pero sabés que? Esa es mi cochera, y si quiero salir no me dejás. No me interesa si queres quedarte a dormir, sacá el auto ya de ahí."
Y para terminar, mientras estacionaba su auto en la vereda (como corresponde) le cierro el portón con llave y le aviso "mirá que te cierro, eh"
No se iba a imaginar que lo iba a esperar hasta que corriera el auto, no?
Con el frío que hacía...

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