Me he dado cuenta que mi vida es cíclica. Mucho más cíclica que el país.
No disfruto del equilibrio de tener unos días malos y otros buenos. Lo mío es más como una racha, todo sale normal o bien o todo se va al carajo. Así de simple.
Más allá de afirmar año tras año que las peores cosas suceden en años pares. Hace diez años que vengo probando esta hipótesis y nada tiende a refutarla. Ya casi es científico.
En fin. Estamos en el 2008 y en medio de una de esas rachas que me parten al medio.
Lo estuve pensando. Pero no superficialmente sino muy en concreto. Me pregunté a mi misma cual es la forma de superar esta “crisis” y en lo único que puedo pensar es en unos días de vacaciones.
Esto no es un manotazo de ahogado sabiendo que el próximo fin de semana largo es en Diciembre. No.
Es como una necesidad vital. Siento que se me va la vida…
Necesito al menos cuatro días de sol y calor. Pero sobre todo de tranquilidad.
Cero problemas, cero trabajo, cero familia.
Lo complicado es conseguir calor. El sol parece que sale cada tanto pero desde la oficina ni me doy cuenta.
Pero lo verdaderamente jodido es conseguir cuatro días libres. Como demonios hago? Imposible. Ya se que no me los van a dar, sobre todo porque no hay nadie que haga mi trabajo.
Tendré que esperar a que la cabeza me estalle o se me paralice alguna parte del cuerpo. O unos meses para capacitar a alguien que medianamente pueda pilotear cuatro días en la oficina.
En fin. Es imposible.
Estoy trabada. No puedo pensar con claridad y siento que necesito estar lejos de todo para descansar.
Pero, para variar, no hay salida. Solamente tomar los remos y seguir dandole.
Como siempre.
No disfruto del equilibrio de tener unos días malos y otros buenos. Lo mío es más como una racha, todo sale normal o bien o todo se va al carajo. Así de simple.
Más allá de afirmar año tras año que las peores cosas suceden en años pares. Hace diez años que vengo probando esta hipótesis y nada tiende a refutarla. Ya casi es científico.
En fin. Estamos en el 2008 y en medio de una de esas rachas que me parten al medio.
Lo estuve pensando. Pero no superficialmente sino muy en concreto. Me pregunté a mi misma cual es la forma de superar esta “crisis” y en lo único que puedo pensar es en unos días de vacaciones.
Esto no es un manotazo de ahogado sabiendo que el próximo fin de semana largo es en Diciembre. No.
Es como una necesidad vital. Siento que se me va la vida…
Necesito al menos cuatro días de sol y calor. Pero sobre todo de tranquilidad.
Cero problemas, cero trabajo, cero familia.
Lo complicado es conseguir calor. El sol parece que sale cada tanto pero desde la oficina ni me doy cuenta.
Pero lo verdaderamente jodido es conseguir cuatro días libres. Como demonios hago? Imposible. Ya se que no me los van a dar, sobre todo porque no hay nadie que haga mi trabajo.
Tendré que esperar a que la cabeza me estalle o se me paralice alguna parte del cuerpo. O unos meses para capacitar a alguien que medianamente pueda pilotear cuatro días en la oficina.
En fin. Es imposible.
Estoy trabada. No puedo pensar con claridad y siento que necesito estar lejos de todo para descansar.
Pero, para variar, no hay salida. Solamente tomar los remos y seguir dandole.
Como siempre.
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