Ayer fuimos al cine y obviamente la conjunción película estreno+fin de semana+horario central hizo que la sala estuviera repleta.
Por eso llegamos veinte minutos antes del comienzo de la peli y nos quedamos esperando sentaditos en unos lugares bastante buenos.
Es en esos momentos en los que empezas a analizar al resto de los espectadores.
El que boludea con el celular mientras la pareja se come el embole de su vida… los que recién se pusieron de novios y no se los puede separar ni con un chorro de soda… las amigas que se chusmean con lujo de detalles la salida de la noche anterior con ese buen-mozón tremendo.
Todo tan habitual que hasta parece que no estuviera pasando. Hasta que en un episodio aún confuso, no esta claro si el muchacho o la chica, vuelca el contenido completo de un vaso extra grande de Fanta Naranja en el asiento delantero bañando a otra pobre espectadora que no hacía otra cosa que atorarse con pochoclos.
Confusión, risas nerviosas, carcajadas y mucha gaseosa por todos lados.
Y yo me pregunto: Esta mal no poder parar de reirse ante tal “desgracia” ajena?
Por eso llegamos veinte minutos antes del comienzo de la peli y nos quedamos esperando sentaditos en unos lugares bastante buenos.
Es en esos momentos en los que empezas a analizar al resto de los espectadores.
El que boludea con el celular mientras la pareja se come el embole de su vida… los que recién se pusieron de novios y no se los puede separar ni con un chorro de soda… las amigas que se chusmean con lujo de detalles la salida de la noche anterior con ese buen-mozón tremendo.
Todo tan habitual que hasta parece que no estuviera pasando. Hasta que en un episodio aún confuso, no esta claro si el muchacho o la chica, vuelca el contenido completo de un vaso extra grande de Fanta Naranja en el asiento delantero bañando a otra pobre espectadora que no hacía otra cosa que atorarse con pochoclos.
Confusión, risas nerviosas, carcajadas y mucha gaseosa por todos lados.
Y yo me pregunto: Esta mal no poder parar de reirse ante tal “desgracia” ajena?
1 agarraron el lápiz:
El otro día en CQC analizaban porque la gente se ríe cuando alguien se cae en la calle y hacían la Gran Marcelito T. 1994 boopeando en la calle. Creo que todo ser humano tiene un grado de maldad que se ve reflejado en cuanto podes reirte de una situación asi...
Es más, se puede crear una fórmula con un índice que multipliques por la cantidad de segundos que te rías.
Si hay alguno que se tire al piso y se despatarre de la risa por un minuto, ese es un terrible HDP!!!
(estoy quemado lo se)
Besos y gracias por pasar a saludar por el blog! Espero que estés 11 puntos.
Saludos a tu hermanos!!!!!!!!!!
Mario
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