viernes, septiembre 15, 2006

Cuentito de media tarde

Érase una vez un grupo de amigas que trabajaban en la misma empresa y solían almorzar juntas.
Estas tres amigas compartían en sus momentos juntas muchas cosas divertidas y no tanto.

Cuenta la historia que un día, durante un almuerzo, ellas se pusieron a discutir sus habilidades en materia erótica. La conversación, que siempre mantenía un cierto nivel, comenzó a ahondar en detalles. Algunas daban consejos, otras recibían contentas. Discutían de lo que a sus parejas les gustaba y no tanto. Hacían anotaciones mentales de lo que implementarían en su próxima vez.
Y así paso la hora del almuerzo.

Cuando una de las tres amigas, decidió salir de la cocina se encontró con cierto personaje masculino que no tuvo mejor idea para disimular que estaba escuchando la conversación (privada) que entrar en el baño de damas.

Es de público conocimiento que este personaje posee una personalidad con rasgos psicóticos que suele estar atento a todo tipo de información para aprovecharse de ciertas situaciones. Su máximo disfrute es utilizar la información, que obtiene por medios "no habilitados", para conseguir amedrentar al resto de los empleados.

Resulta que estas tres amigas son inmunes a sus "tejes y manejes", porque no tienen miedo; aunque algunas son más vulnerables que otras.
En varias oportunidades a lo largo del día, fue acercándose a las tres amigas (por separado) con el fin de hacerles saber que él contaba con información "caliente" sobre ellas. Sin embargo, por más que puso todo su empeño, no logro su cometido.

Se comenta que continua andando y desandando los pasillos de la empresa, con su estima seriamente lastimada por no haber podido utilizar "tan interesante información" para su disfrute personal.

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