Ya les voy a contar de mis maripositas...
Ayer no fue un buen día. Más allá de la fecha, en la oficina hubo un ambiente muy espantoso. Los problemas de siempre se hicieron más concretos y otra vez reunión - malas caras - culpas salpicando por todos lados - promesas que las cosas van a cambiar - cero propuestas para el cambio y mal humor.
Un amor el día.
Por la tarde nos desayunamos (será merendamos?) con la noticia de la desvinculación de una persona que hacía años estaba en la empresa. No ocupaba un cargo jerárquico, pero tenía casi la antiguedad necesaria para pasar por mobiliario de la compañía.
Lo más extraño es como estas cosas pueden afectar a los empleados más rasos (y no me refiero al puesto sino a la actitud). Gente a la que siempre todo le importo nada hoy parece preocupada.
Quizás esto sirva para que cambien de actitud y se comprometan un poco más en el laburo que hacen.
Porque si bien quizás quieran mejorar su situación de laburo (y económica) yo creo que primero hay que demostrar que uno es capaz de hacerlo. Y eso -en mi modesta opinión- significa dar más de lo que te pagan para dar.
Tampoco soy bolú full time... uno lo hace un tiempo, si no le reconocen el esfuerzo de alguna manera, es hora de buscar nuevos horizontes.
Pero no entiendo a las personas que hacen lo mínimo indispensable, se quejan y ponen caras, y pretenden que su situación mejore...
Pero bué... nunca voy a entender al mundo.
Sin embargo, a pesar de todo ese día tremendo, tres personas hicieron (a su modo) que me (siguiera) dando cuenta que no todo esta perdido.
Eru con su constante preocupación. Porque muchas veces no hay nada que decir, pero un abrazo o estar en silencio al lado de alguien que lo necesita vale más que mil palabras. O el empezar a contar cosas tontas para distraerte.
Ani, quien me escribió un mail que no pude contestar, pero que tiene tanta verdad... yo siempre trato de recordar a quienes estuvieron y estan conmigo en mis malos momentos, y es por eso que me encanta compartir con ellos mis momentos más felices.
Y espero poder tener el honor de que acudan a mi, pero sobre todo tener la capacidad de darme cuanta cuando me necesiten, porque se que a veces es difícil compartir ciertas cosas.
Y a él, que hizo lo posible desde su parte para poder sacarme una sonrisa. Y aunque quizás no fue mucho, significa tanto que haya querido involucrarse en algo tan personal.
Y bueno, hoy ya es miércoles... mitad de semana.
Casi fin de mes.
Hace frio, pero se acerca la promesa de la Primavera.
Que tengan lindo día.
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