El sábado me levante relativamente temprano (sin el despertador corriendome detrás) con ganas de hacer muchas cosas que planee durante la semana.
Me cambié rápido, desayune un poco y salí a hacer unas compras cerca de casa. Entré a un local de música y revise algunos CDs que me gustaría comprarme (pero no...). Pase por las casas de ropa donde siempre compro y me probé unas cuantas remeras y sweaters.
Compré todo lo que tenía que comprar, pague todo lo que tenía que pagar… y miré el reloj: mediodía.
Entonces miré al cielo y el día estaba hermoso.
Me subí al auto y me fui al Tigre. Últimamente me encanta el Tigre (aunque los domingos estalla de gente).
Recorrí varios locales y puestos. Me compré unas velas y unos platos de madera. Reservé un cuadro para el living y almorcé al aire libre en una terraza.
Cuando el sol comenzó a bajar regresé a mi casa. Prendí la tele para enganchar la última maratón de capítulos de Lost de la tercera temporada y justo estaba empezando el que no había visto a causa de la mudanza.
Cuando terminó el capítulo (y como si supiera que no me molestaba) me llamó y me dijo que a las nueve pasaba a buscarme.
Terminé de ver el último capítulo y fui a prepararme.
El resto del día me lo guardo para mi.
Así… así es mi día ideal.
lunes, agosto 13, 2007
Ideal ...
Esta obra maestra fue escrita por
Marits
cuando las manitas del reloj decían que eran las
4:09 p. m.
En pocas palabras:
Honey Bunch,
Inner World
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