... aaaaaaaahhhhh. Será de Dios ???
Tengo un díaaaaa... un día paranoico a full.
Parece que tengo un imán para escuchar y que me relaten historias tremendas que me dan la sensación de que las estoy viviendo yo. Canciones que hasta ayer cantaba sin cesar, hoy tienen un significado especial.
Y tengo como una especie de miedo... o incertidumbre... o de ganas de esconderme debajo de una piedra hasta el próximo milenio.
Amigas: Mejor ni lean este post... porque las conozco y se que van a caerme encima con intenciones asesinas al grito "Porque nunca disfrutas nada!!!" y cosas por el estilo.
Pero Marits... que pasó en concreto para sentirte así ?
Nada. Absolutamente nada. Es por eso que esto es grave... ya me invento mis propios problemas.
Claaaaaaaaaaro, casi un mes y medio vivendo en tranquilidad son insoportables, no ?
Y esa paranoia infernal va increcendo al punto en que estallo en ataques de ansiedad, y en ese punto mi pequeño ser normal dentro de mi me demuestra que estoy loca... que solo son cosas que le pasaron a otras personas, no a mi. Y porque justo me iban a pasar a mí ? Y porque pensar siempre en negativo ? Porque no confiar en que puede ser distinto... que no todas las historias son iguales ?
Y me enseña las diferencias... y a la vista de ellas, creo que hay algo de verdad. No estoy del todo convencida, pero hay algo de verdad.
Es todo mi imaginación. Mi imaginación que me sabotea.
Pero yo la entiendo... Me quiere cuidar. No quiere que me haga daño... porque habré de soportarlo una vez más ?
Uno siempre piensa que ante una situación muy dolorosa va a morir. Sin embargo, la vida me ha demostrado que, cuando la oportunidad lo amerita, las fuerzas para seguir adelante aparecen. Y son proporcionales a lo que nos sucedió. Es lo justo y necesario... sin derroche.
Eso lo se, pero no me tranquiliza.
Es en estos momentos en los que ooooodio ser tan racional.
El no poder alejar pensamientos de mi mente y dejar que las cosas sean lo que tienen que ser.
El no entender que mi mente no es tan poderosa para cambiar las cosas.
Y no darse cuenta que cuando menos pienso, más feliz soy.
En consecuencia, soy mi peor enemigo.
Que descubrimiento.
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