Y esto de donde salió ???

Hoy fue un día de aquellos...

Sumando a que todavía sigo enferma (y empeorando de acuerdo a mis compañeros de trabajo), teniamos programada la visita de unos clientes de Brasil y a mi jefe (es decir: Mr. President) se le ocurrió una hora antes de su llegada pedirme todo el expediente de precios y pedidos.

Cuando salimos de la empresa para ir a almorzar a un restaurante topisimo de la Costanera nos subimos en la camioneta 4x4 del Mr. President.

Por motivos obvios, Mr. President iba manejando y el Gerente Comercial de la empresa que nos visitaba de acompañante.

Yo estaba sentada detrás de él y a mi lado (detrás del Mr. President) iba el encargado de importaciones, que es con quien tengo relación.

A las pocas cuadras empezamos a escuchar como ruido de botellas golpeandose. Al principio todos nos hicimos los tontos, porque la verdad es que daba verguenza.

Pero el ruido seguía. Lomas de burro, pozos, bajadas, subidas... no había caso.

Entonces el Mr. President me miró por el espejo retrovisor y con mirada nerviosa me dio a entender que busque lo que ocasionaba el ruido y lo detenga... YA!

Yo empece a buscar, pero no podía echarme encima de la gente buscando de donde venian los ruidos.

Tampoco podía asomarme al baúl para ver si provenia de ahí.

El Mr. President se estaba inquietando y yo me estaba poniendo nerviosa (aunque por dentro no podía parar de reirme).

En una de esas, viene rodando hacia mi una botella de Ananá Fizz... si! de Ananá Fizz. Y eso que el Mr. President no toma alcohol, es vegetariano y super naturista.

Me dio tanta verguenza que trate de ocultarla lo mejor posible, era un papelón.

Pero considerando los ruidos tenía que haber más de una botella.

Cuando llegamos al restaurante y bajamos de la camioneta, el Mr. President empezó a buscar las botellas (no había otra explicación, tenian que ser botellas) y encontró dos botellas de Ananá Fizz que regaló al señor del valet parking.

Me imagino la imagen que se habrán hecho nuestros clientes del Mr. President.

Aparte botellas de Ananá Fizz... hubiera levantado el nivel si eran de champagne...

Y bué, por lo menos a la vuelta volvimos sin ruidos molestos...