El viernes estuvimos ahí, desde temprano, asegurandonos nuestro lugar para poder disfrutar de un Keane lo mejor posible.
Llegamos temprano, sí. Pero conseguimos un lugar muy bueno, que nos permitía ver el escenario completo y todas las pantallas.
Cuando llegamos parecía que Arbol había terminado hacía pocos minutos y se estaban preparando para que Psychedelic Furs tocara.
La verdad es que no conociamos a la banda y aunque no estuvo mal, no nos atrapó (como The Bravery en vivo dijo alguien...)
Es la primera vez que asisto a un evento como el Quilmes Rock, donde en un mismo y único escenario se presentan varias bandas. Esto genera que las personas que asisten pueden hacerlo solo por una banda o para disfrutar el show completo (como en nuestro caso).
Delante nuestro había una chica que terminado el show de Babasónicos se fue. Y otro ejemplo fue la "insoportable freak" que tenía a mi lado (y sí, tengo una suerte impresionante!)
Resulta que esta chica llegó acompañada de un muchacho que no era su pareja y parecia que tampoco era su mejor amigo. Llego terminada la presentación de Psychedelic Furs y se quejó de la demora en el comienzo de Babasónicos. Sin embargo, cuando comenzaron a tocar se quejó del sonido, de las imagenes, de las canciones, del cantante, bah... de todo.
Cuando Babasónicos terminó y la gente pidió un bis, ella se quejó para que no lo hagan porque iba a demorar el comienzo de Keane.
Cuando el reloj marcó las once de la noche y el escenario todavía estaba a oscuras, ella se quejó porque el show no comenzó a tiempo.
Durante el recital se la escuchó quejarse del sonido y cuando los músicos se despidieron por primera vez, se ofendió porque no habían tocado Crystal Ball.
Si bien me hubiese gustado poder estar parada durante el recital, parece que la onda de la platea no era tanta, así que me quede sentada disfrutando el show. Sin embargo, esta pequeña enferma saltaba de la butaca cuando escuchaba acordes que le eran familiares y movía los brazos de forma ridícula y sin siquiera acompañar la música.
Era como presenciar una clase de gym de Katherine Fulop.
Estuvo en tres ocasiones a medio milímetro de golpearme en la cara con sus espasmódicos movimientos. Que suerte que no concretó, sino alguien tendría que haber ido a buscarla al campo de la patada accidental que le habría dado. Pero afortunadamente el recital finalizó sin inconvenientes.
En cuanto al show de Keane, fue realmente mejor de lo que esperaba. Con Lean teníamos temor que el cantante (Tom Chaplin) tuviera problemas con la voz, pero la verdad es que nos sorprendió.
Apostamos con que canción abrirían el show, pero perdimos los dos. No fue ni Crystal Ball, Somewhere Only We Know (mis opciones), Atlantic o Everybody´s Changing (las de Lean). Eligieron un tema del segundo album: Put It Behind You.
Existieron algunos problemas con el sonido, pero en general estuvo todo muy lindo. Algunos momentos me parecieron muy emotivos, como por ejemplo cuando cantaron A Bad Dream, donde leyeron un poema acerca de la guerra y en las pantallas mostraban imágenes en blanco y negro.
Me hubiese gustado que tocaran Broken Toy, una de las canciones que más me gustan. Y de las que si pasaron, las que más disfruté fueron Try Again y Atlantic.
Cuando terminó el recital fuimos con Lean y dos amigos a cenar pizza a un restaurante que está sobre Libertador. Y de postre... Crumble de manzana con helado de crema. Increíble.
Llegué a casa pasadas las cuatro de la mañana. Por lo que imaginense lo que fue mi sábado... por suerte compartido con Anusky y March comiendo cosas ricas hasta tarde.