Yo no se muy bien porque, pero desde hace unos días me encuentro menos (mucho menos) tolerante que de costumbre.
Puede deberse a muchas cosas, inclusive la agobiante sensación de hastío que me tiene sumergida desde hace unas semanas.
Sin embargo hay ciertas actitudes de gente cercana a mi que me hacen saltar como leche hervida.
La poca consideración con la realidad de los otros, la insistencia en temas poco importantes, la rutina chata… están ocasionando daños en mis relaciones interpersonales.
Y me encuentro pensando luego de determinadas situaciones porque la gente es como es.
Porque hacen, dicen, piensan esas cosas… como si nada más que ellos importara. Porque siento que todos tienen la sensación de ser el ombligo del mundo y que todo pase por su vida, sin excepción.
Porque parece que nos estamos alejando mucho por cosas sin sentido, y parece no importar.
Estoy en esa etapa filosófica existencial, donde intento encontrarle el sentido a todos y a todo y la única respuesta seria alejarse de todo unos momentos, los suficientes para que todo vuelva a la “normalidad”
Pero sobre todo, para que mi intolerancia no termine de destruir relaciones que me importan o que necesito para mantener una vida normal.
Acá es donde, si pudiera, agarraría todo y me iría tres días a descansar a algún lugar en donde nadie me conozca.
Puede deberse a muchas cosas, inclusive la agobiante sensación de hastío que me tiene sumergida desde hace unas semanas.
Sin embargo hay ciertas actitudes de gente cercana a mi que me hacen saltar como leche hervida.
La poca consideración con la realidad de los otros, la insistencia en temas poco importantes, la rutina chata… están ocasionando daños en mis relaciones interpersonales.
Y me encuentro pensando luego de determinadas situaciones porque la gente es como es.
Porque hacen, dicen, piensan esas cosas… como si nada más que ellos importara. Porque siento que todos tienen la sensación de ser el ombligo del mundo y que todo pase por su vida, sin excepción.
Porque parece que nos estamos alejando mucho por cosas sin sentido, y parece no importar.
Estoy en esa etapa filosófica existencial, donde intento encontrarle el sentido a todos y a todo y la única respuesta seria alejarse de todo unos momentos, los suficientes para que todo vuelva a la “normalidad”
Pero sobre todo, para que mi intolerancia no termine de destruir relaciones que me importan o que necesito para mantener una vida normal.
Acá es donde, si pudiera, agarraría todo y me iría tres días a descansar a algún lugar en donde nadie me conozca.
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